~Curiosidad~
Akashi se llama en realidad Seijuro, pero me gusta más como suena Akashi y ahí se ha quedado. x'D
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- ¡Rin-chaaaaaan! Una carrera a brazada. - Nagisa me ha invitado a la piscina con él, ya que los demás no podían hoy. Me reta desde el agua a una carrera y le miro arqueando una ceja, pero acabo por quitarme la camiseta.
- Está bien. - le doy la mano para que salga del agua y la acepta, saliendo con mi ayuda. Parece muy feliz y eso me pone contento, haciendo que tenga una sonrisa tonta en el rostro.
- ¡Yo doy la salida! – dice colocándose en el borde de la piscina, en posición de salto. Le imito y espero a que haga la cuenta atrás. – Preparados… Listos… ¡Ya!
Nos tiramos al agua, ambos nadando a brazada. En este estilo él es más rápido que yo y acaba por ganarme. Dios mío, ese es el rostro de la pura felicidad.
- ¡Wiiiii! ¡He ganado a Rin-chan! – sonrío un poco, sacudiendo la cabeza.
- ¿Probamos a libre? – le pregunto, haciendo girar mi hombro derecho y repitiendo el proceso con el izquierdo.
- Vale. – Vuelvo a ayudarle a salir de la piscina y nos ponemos en posición de nuevo. Esta vez le gano yo, por mucho. Ahora se ha deprimido, mierda… Le saco de la piscina otra vez y acepta mi ayuda, pero está mirando algo detrás de mí. Me doy la vuelta y frunzo el ceño al verle.
- ¿Otra vez tú? – me estoy cansando de este tío, en serio… no deja de seguirme a todos lados, con su mirada tan inquietante.
- Rin, ¿quién es? – dice Nagisa, mirándole.
- Soy Akashi Seijuro. – clava sus ojos en Nagisa y me pongo delante de él, haciendo que desvíe su mirada de él.
- Qué ojos más chulos. – Nagisa sale de detrás de mí. Veo la sonrisa de superioridad de Akashi al escuchar eso.
- Rin Matsuoka, juega un partido de basket conmigo, 1 contra 1.
- No.
- ¡Venga, Rin! Yo quiero ver. – me anima Nagisa, agarrándose de mi brazo.
Acabo por aceptar, pero por Nagisa, no por el idiota ese. Odio esa cara de “nada me gana” que pone. Voy a cambiarme al vestuario con mi amigo mientras Akashi se queda en la puerta esperando. Me pongo un chándal, ya que es lo mejor que tengo para jugar al basket, aunque los pantalones largos molestarían… Bah, total, para jugar con un crío no necesito nada mejor.
Vamos los tres a la cancha del instituto de Nagisa, y uno de los profesores se acerca a nosotros.
- No tarden mucho en despejar el lugar, en una hora lo usarán.
Asiento mirándole y un balón llega a mis manos con bastante fuerza. Levanto la mirada hacia Akashi, que está sonriendo. Al parecer le divierte. Miro a Nagisa, que nos observa desde el banquillo.
- Eh, estoy aquí. – Akashi llama mi atención.
- Oh, perdón, no te había visto, eres muy bajito. – la cara de odio que me dedica es arte para mis ojos. Sonrío justo antes de esquivarle, botando el balón hacia su canasta. Pero el balón no vuelve hacia mi mano la segunda vez que toca el suelo. Miro hacia atrás y veo la pelota metiéndose en el aro. ¿Cómo ha…?
- Te creía más rápido, Rin Matsuoka… - vuelve a pasarme el balón y se acerca a mí.
- Intenta encestar al menos una, ¿eh? Diviérteme.
Al cuarto intento, consigo esquivarle de verdad, pero cuando voy a tirar se pone delante de mí. La vista se me va hacia sus ojos tan extraños. Empiezo a marearme y de repente me veo en el suelo, la pelota botando fuera de la cancha.
Akashi me mira desde arriba, serio, mirándome fijamente. En verdad parece un psicópata.
- No me gusta que me mires desde arriba, Matsuoka. – dice con tranquilidad. Cómo… ¿cómo ha hecho eso? Ni siquiera me ha tocado. Nagisa se acerca rápidamente, pero él le aparta.
- Déjale. Se levantará solo si quiere conservar su orgullo.
Nagisa me mira sin saber qué hacer, seguramente esté confundido como yo.
No me levanto. No lo necesito para tumbar a ese crío que tanto me molesta. Le agarro del pie y tiro hacia mí, haciendo que caiga al suelo, levantándome yo después, justo delante de él.
- ¿Prefieres mirar directamente desde el suelo? – le digo con una sonrisa burlona, pero de repente se levanta de un salto, tirándose sobre mí. Pierdo el equilibrio y caigo al suelo con él encima. Consigo poner antes las manos pero igualmente me hago daño en la espalda al caer. Noto unas manos sujetando mis hombros u unos ojos bicolores aparecen delante de los míos.
- No te hagas el chulo, Matsuoka, o lo lamentarás.
Tiene las manos sobre mis hombros, apretando contra el suelo. Y las rodillas a ambos lados de mi cuerpo. Opto por darle un cabezazo, haciendo queme suelte. Le empujo y vuelvo a levantarme. Voy a hablar cuando le veo acercarse a mí con velocidad y cara de pocos amigos, pero consigo apartarme del primer puñetazo que lanza, aunque no del segundo, que impacta contra mi costado derecho. Maldita sea… este crio tiene fuerza.
- Rin, ¡para! – me grita Nagisa justo antes de que le dé yo. Me mira asustado y suelto el cuello de la camisa de Akashi, confundido. Entonces alguien me agarra por detrás.
Un profesor.
Nos llevan a los dos al despacho del director. Mierda, me he dejado llevar… maldito enano del demonio...
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Bueno x'D avisar de que este Fanfic esta acabado en versión papel, y que no espereis mucho de él, lo terminé demasiado rápido porque me he emocionado con otro y... bueno x'D qué se le va a hacer.
Dejo otra imagen, esta vez de los ojos de Akashi. *^*
